parado entre los ruidos de
las ventanas que sacuden
las palabras de toda una ciudad
paranoica de sus propios pasos.
los edificios equidistantes
repitiéndose al unísono,
los suspiros rebotando en los garages.
velocidad. esquizofrenia global.
espasmos en mis piernas
que reordenan baldosas
aleatoriamente,
dibujando la misma quietud
que piden mis días, hoy.
esta última me encanta
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